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Bienvenidas

lunes, 8 de abril de 2013

Capitulo 6



El olor a buena comida, a té caliente y a zumo de frutas se perdía mientras Zafira se alejaba de la cafetería, aquellas enormes puertas rechinaron un poco al ser abiertas bruscamente, pero es que la joven de cabellos castaños necesitaba urgentemente salir de ese lugar, los pacientes que hasta ahorita había conocido habían agotado su paciencia logrando perturbar su paz.

En los pasillos reinaba el silencio, el piso reflejaba al interno que caminaba por ahí, incluso podría oírse el golpetear de aquellas pisadas apresuradas que Zafira daba, una vuelta aquí, y más allá, un giro hacia la izquierda, dos a la derecha, la psicópata no sabía ni a donde iba. La ansiedad de alejarse de la cafetería era tal que su velocidad al caminar incremento, las vueltas en cada pasillo se veían cada vez más cerradas, su respiración se agolpo de repente en sus pulmones, estaba claramente desesperada. Incluso pareció escuchar claramente como alguien la seguía, mas sin embargo no se giro, estaba ansiosa de escapar de aquella “zona de batalla” en la que había estado, compartiendo inútilmente oraciones con enfermos carentes de cerebro.

Varias preguntas retumbaban en su cabeza nublando su mente y razón, no se dio cuenta en que momento sus pies se resbalaron y cayó de bruces  en el piso cerca de unas extremidades y largas que se sitiaban detrás de ella. La poca fricción que el suelo tenía, la desesperación y la velocidad con la que caminaba fueron claramente mala combinación, ahora se encontraba literalmente a los pies de un desconocido.

-Mierda- mascullo la joven aun en el suelo, apretó sus puños con desespero y no se movió ni un momento de aquella vergonzosa posición. 

-Permíteme ayudarte-  una voz grave, masculina y segura llego a sus oídos. Zafira negó con la cabeza, pero unas manos firmes rodearon su estrecha cintura con suma delicadeza, la levantaron con dulzura hasta que los pies de la chica tuvieron de nuevo apoyo contra el piso.

La psicópata levanto la vista, de nuevo el, el que le había ofrecido su ayuda después de un escupitajo, ese joven de rasgos casi perfectos, de modales hasta ahora exquisitos, estaba frente a ella nuevamente. Zafira juraría haberse sonrojado, lo intuyo al ver la reacción divertida del chico frente a ella. 

-¿Porque me seguías?- pregunto secamente después de sacudirse sus ropajes de un polvo invisible y restregarse las mejillas dejándoselas aun más rojas.

-Las palabras que esperaba eran de agradecimiento- comento Bill con una media sonrisa

-¿Por qué me seguías?- pregunto nuevamente

-El hospital el libre- agrego él a manera de burla

-Los acosos no están permitidos según veo- Zafira se cruzo de brazos y por inercia dio dos pasos hacia atrás, sin dejar de observar a Bill con aquella mirada fría y vacía que tenia siempre. –Si rompes las reglas tu castigo será fatal- comento como si sus labios se moviesen por si solos, aun no tenía idea de las reglas en este lugar, la enfermera que la atención a su llegada no le dio ni la mas mínima descripción, navegaba sola en un mar de peligros.

-¿Acoso? Por favor,  no me interesa acosar a la próxima víctima de mi hermano- levanto sus hombros quitándole importancia al asunto –Aquí entre nosotros, yo creo que deberías alejarte de él, es un peligro- susurro con descaro, ahora ¿Dónde estaba el joven dulce? –Te puede hacer daño- sentencio con el ceño fruncido

-El que tiene que tener cuidado es el- la joven giro su rostro evitando mirarlo siquiera

-Yo me preocuparía más por ti, es un insufrible y no le importa el dolor ajeno

-Tal parece que en algo coincidimos él y yo- Zafira lanzo una mirada de reproche hacia Bill ¿Qué se creía hablándole de ese modo? ¿Acaso no tenía idea de con quien se metía?

-Le interesas, lo sé. Solo eh venido a advertirte

-Acabas de admitir que me seguías- ladeo la cabeza y se cruzo de brazos

-Como dije, el hospital es libre, además..creo que eres lo suficientemente toda como para caer ante el, todas lo hacen-

-Yo no soy como todas- Respiro, odiaba ser comparada

-Como sea, es tu decisión-

La psicópata frunció el ceño, entrecerró los ojos y se dio media vuelta ignorando aquellas palabras, no tenía idea porque, pero ya odiaba a todo el mundo y si Bill continuaba con aquella arrogancia pasaría a estar en su lista negra.


****************

-Ahora que sucedió- la voz de Tom rompió el incomodo silencio en aquella mesa, los nuevos internos se encontraban reunidos tomando un buen refrigerio, curiosamente después de aquellos acontecimientos su hambre había incrementado.

-Nada estúpido, la imbécil de Tallulah intervino nuevamente- Georg puso sus ojos en blanco, y continuo paseando una pequeña aceituna en su plato.

-No es mi culpa, nadie tiene derecho a tocarte, por más bella o inteligente que sea-  Tallulah se llevo un trozo de lechuga a la boca y se concentro en comer más que en la plática que se llevaría justamente ahora. La joven, estaba perdidamente enamorada de Georg, sentía celos hasta de su propia sombra, lamentablemente la relación entre ambos estaba en los límites de lo imposible, dejando a Georg como un simple amor platónico para ella. Siempre que trataba de acercarse a él obtenía rechazo, había aceptado el puesto de “amiga” que le ofrecía aquel corpulento joven, actuando sumisa y callada cuando él lo ordenaba, casi podría decirse que era más bien un objeto con que desquitarse que una chica enamorada.

-¿Quién era ella? Era bastante linda- una sonrisa de medio lado cruzo el rostro de Tom, combinando a la perfección con una mirada llena de malevolencia y sed de saciedad.

-¿Qué parte de “no- lo- se” aun no comprendes Kaulitz? Estaba casi seguro que la perra me diría su nombre, pero entonces, Tallulah se interpuso- Georg le propicio un pellizco a Tallulah cerca del cuello, ella solo dio un respingo y continuo comiendo. 

-Es una lástima, pero bueno, ya habrá tiempo de presentarme- apoyo sus manos en sus barbilla y suspiro pensativo

-No lo creo Kaulitz- interrumpió Tallulah –Bastante tiene la chica con una presentación de tal magnitud como la de hace rato- se llevo una mano hacia su cuello, restregando con suavidad la parte lastimada intentando amortiguar el dolor.

-Nadie pidió tu opinión- contesto TomTendrías que aprender a cerrar la boca cuando estamos hablando

-Bien ya- Tallulah negó con la cabeza y continuo comiendo, ella no soportaba ver como otras chicas parecían ser buenas candidatas a futuras víctimas de Tom, después de todo era una chica, y como tal odiaba ver como usaban cual juguetes a las demás. Lo que le molestaba incluso más, es que después de que Tom se saciara a su manera con ellas, las jóvenes victimas en busca de una estúpida muestra de afecto terminaban poniendo en riesgo su vida, pues las muy desesperadas acudían a Georg, ganando solamente golpes y más golpes.

-Me interesa, quiero saber su nombre- repitió Tom con cierto desespero

-Pues yo creo que Bill ya se adelanto- Georg se encogió de hombros y sonrió de manera burlona

-¡Ja! William es un imbécil, un marica y un patético virgen-

-No se sabe si a la perra le gusten los maricas, de ser así en todo caso seguro que se fijara en ti Tom

-Jodete- con una seña de su dedo medio se soltó a reír,  una carcajada estrepitosa y grave

-¿Podrían callarse de una vez? – Irrumpió Gustav –intento comer algo, la comida del otro hospital era una bazofia comparada a la de este, por una vez en su vida separen los malos ratos y el sexo para después-  dijo tras darle un buen sorbo a un zumo de durazno que tenía a su lado.

-Yo doy mi voto- la joven castaña levanto su mano sonriendo 

-Nadie ha pedido tu opinión

-Bien, comamos entonces- la conversación dio termino, ninguno intercambio palabra alguna hasta terminar de comer, solo permanecía un ambiente pesado, las miradas hostiles hacia ellos no podrían contarse siquiera, no eran buen recibidos. 

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Saludos lectoras, les doy la bienvenida a las nuevas *o*

Espero que sea de su agrado esta historia, que si les doy un adelanto en el próximo capítulo comenzara el verdadero desenlace.

Comenten que tal les parece, si hay algo que podría cambiar
Saludos nos vemos en el próximo.
 

miércoles, 27 de marzo de 2013

Capitulo 5.- La cafetería (segunda parte)



Un suspiro rompió el silencio en aquel lugar, la cafetería se había llenado de una fuerte y delgada tensión que inclusive se podría partir con un cuchillo. Tallulah, se acerco sin miramientos hasta un costado de Tom, reacomodo su sombrero de tela negro y pasando una de sus delgadas manos por los hombros de este agregó –Oh Kaulitz, a ti sí que te gusta llamar la atención, mira que buen publico te ah tocado esta vez- alargo su mano libre extendiéndola como si estuviese presentando un espectáculo, la chica después negó con la cabeza y le dio unas cuantas palmadas en la espalda a manera de reproche. 

-No te importa lo que haga- levanto los hombros apartando la mano de la chica claramente tenso –Son mis problemas, mantente al margen de lo que te incumbe- lanzo una mirada fulminante a manera de advertencia, sacudió su hombro como quien tiene polvo sobre este y camino hasta una de las mesas sentándose de golpe. Tallulah puso sus ojos en blanco y de su bolsillo saco una pequeña liga de goma, la enredo varias veces entre sus delgados dedos tratando de disimular su nerviosismo. Eso era lo que comúnmente hacia cada que se ponía nerviosa o en todo caso molesta, en lugar de arrancarse los últimos cabellos que tenía en su cabeza prefería juguetear con su liga favorita, anteriormente un médico le había dado aquel consejo, esperando que su patología estuviese más controlada. 

Las miradas de todos en la cafetería se clavaban en los 4, murmuraban cosas, otros hablaban entre dientes y algunos más solo les dedicaban miradas de rencor, impaciencia e inclusive odio. Habían llamado la atención de la peor manera, eso se podía notar en cada centímetro del lugar pero a eses grupo nuevo parecía no importarles en absoluto. Los pacientes, médicos y algunos guardias de seguridad observaban sus pasos con detenimiento, esto no era por lo caro de aquellas prendas que traían puestas, mucho menos los rostros tan peculiares, o quizás que estuviesen aliados a pesar de ser tan diferentes. No. Era otra cosa, simple curiosidad de un futuro pleito con alguien.

Los doctores adoraban las disputas, de no ser así no tendrían alguna buena excusa para fundir sus cerebros con los electrochoques, drogarlos, sedarlos y porque no, darles unos cuantos golpes como reprimenda,  era buena idea dejarlos discutir y repartir golpes, ya que la sala de “tortura” –por decirlo así- sería utilizada con más frecuencia. 

La joven psicópata observaba también atenta, aunque bien podría decirse que estaba confundida más que otra cosa, su mente divagaba en cientos de ideas erróneas y distorsionadas de lo que había sucedido, pues aquel anciano y el chico la habían puesto un tanto tensa. 

De pronto, Georg se encontró con la mirada atenta de Zafira, la pobre chica confundida aun se encontraba petrificada en su sitio, era como si la hubiesen congelado de un momento a otro. De la nada, un golpe directo a su brazo izquierdo la hizo parpadear nuevamente, era Georg, presentándose como mejor sabia. 

Zafira se froto el brazo confundida, abrió ambos ojos y estuvo a punto de decirle algo desagradable a ese chico, abrió la boca decidida pero lamentablemente sus labios no emitieron sonido alguno. –Tu nombre estúpida, ahora- una sonrisa idiota cruzo los labios de Georg y tras esto volvió a darle otro golpe en el brazo contrario.

La psicópata frunció el ceño furiosa -¿Disculpa?- trato de controlarse, no quería se sedada como aquel anciano impertinente. –Que me digas tu nombre idiota- un tirón de cabello no se hizo esperar Georg la saludaba de la mejor manera cordial. Zafira comenzaba a terminar con su paciencia, la vena de la sien le palpitaba arrítmicamente –No sé quién te creas para tratarme así- su timbre de voz se escucho demasiado molesto, elevo su brazo decidida a defenderse pero antes de soltar una sonora bofetada en la mejilla del agresor Tallulah le detuvo la mano.

-No, no, no. A él cuidado con tocarlo- sentencio la chica moviendo su dedo índice de un lado a otro -¿Qué pasa calva? Si nos estábamos divirtiendo- agrego Georg aun con aquella sonrisa burlona en su rostro. –No sé quién demonios se creen, mucho menos me importa, pero vuelve a tocarme y no saldrás con vida de aquí- de un tirón se libro del aprisionamiento de Tallulah observándola disgustada, -Si, si lo que digas- Tallulah contesto secamente casi ignorando la advertencia de Zafira, la psicópata no resistió mas y se alejo de ellos saliendo por fin de la cafeteria. No quería armar un escándalo en el primer día de ingreso, mucho menos ser catalogada como una idiota, era psicópata no estúpida. Lo importante era que Tallulah ya tenia una enemiga segura.

-Siempre metiéndote en donde no te llaman niña imbécil, ya comenzaba a socializar con aquella chica- el rostro de Georg se volvió serio –Tranquilo, ya habrá tiempo, primero hay que comer idiota, muero de hambre- le guiño un ojo y se lo llevo a tirones para elegir comida. –Eh tío, no te quedes como una estatua… ven- Tallulah llamo con la mano a Gustav, que quizás por la impresión se había quedado prensado al igual que todos en un sitio previo, no dijo nada, y con las manos en sus bolsillos se acerco observando que alimento tendría que elegir.

*[Mientras tanto en los pasillos...]*


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Saludos amadas lectoras *o*
Aquí tienen la segunda parte de “la cafetería” espero lo disfruten así como yo disfruto escribiendo cada capítulo. (Si se lían con los colores de diálogos pueden decirme y poner “ Tom: Blablabla” )
Un beso enorme no se olviden de comentar *o*
 


domingo, 24 de marzo de 2013

~Personajes~




* Nombre completo: 
Zafira Blakely Holt

* Enfermedad: 
Psicopatía

* Descripción de la enfermedad: 
Los psicópatas no pueden empatizar ni sentir remordimiento por sus víctimas, por eso actúan con las demás personas como si fuesen cualquier objeto. Utilizan a los demás para conseguir sus propios objetivos y su satisfacción personal. Los psicópatas tienden a crear sus propios códigos de comportamiento y sienten culpa sólo si rompen su propio código, sin embargo, tienen conocimiento de los comportamientos sociales comunes. Su manera para alcanzar su satisfacción personal es casi un ritual, pues son formas atípicas de conseguir satisfacción.


 
* Nombre completo:
 Tom Kaulitz Trümper

* Enfermedad: 
Satiriasis 

* Descripción de la enfermedad: 
La persona ninfómana, se caracteriza por un alto nivel de la libido y una obsesión por el sexo en todas sus formas. Las personas se vuelven hipersexuales. También hay casos relacionados al trastorno bipolar en el que durante periodos de manía, repentinamente la persona presenta enormes oscilaciones de la libido y por lo tanto, altos niveles de deseo sexual.


Este padecimiento origina altos niveles de necesidad del sexo, el paciente enfermo tratara de satisfacerse de cualquier manera puesto que la monotonía del sexo normal ya no le producirá ningún placer en altos niveles. Tratara incluso de saciarse de alguna otra manera, en algunos casos se recurren a la zoofilia, parafilia, pedofilia etc.


* Nombre completo: 
Bill Kaulitz Trümper

* Enfermedad: 
Piromanía controlada

* Descripción de la enfermedad: 
 La piromanía (de gr. piros = fuego) es un trastorno o enfermedad psicológica de trastorno del control de los impulsos, que produce un gran interés por el fuego, cómo producirlo, observarlo y extinguirlo. La persona que padece piromanía recibe el nombre de pirómano.

La sintomatología esencial es producir incendios de forma deliberada y consciente en más de una ocasión conllevando una importante tensión y activación afectivas antes del incendio con una gran liberación e intenso placer o alivio al encender el fuego, presenciarlo o al participar en sus consecuencias.

Además el sujeto, denominado comúnmente piromaníaco o pirómano, suele sentir relajación, placer, interés, curiosidad y atracción por todo lo relacionado.

El pirómano no debe ser confundido con el incendiario que es aquella persona que intencionadamente decide quemar una parcela de terreno (específica o no) con ánimo de lucro o simplemente por hacer daño.



* Nombre completo: 
Georg Moritz Hagen Listing

* Enfermedad: 
Psicosis Delirante Crónica 

* Descripción de la enfermedad:  
Son trastornos funcionales u orgánicos del sistema nervioso, de mayor gravedad que la neurosis. Constituyen, por lo tanto, desviaciones graves de la normalidad mental. Se caracterizan por cambios profundos en la personalidad. Tanto el modo de pensar, como el de razonar, juzgar y querer, sufren radicales transformaciones; es decir, existe una desintegración transitoria o definitiva de la personalidad. En la mayoría de los casos, la realidad externa no es evaluad correctamente, y ocurren severas alteraciones del contenido del pensamiento (alucinaciones, ideas delirantes, etc.), de la afectividad y de la conducta, que por lo general están presentes en la psicosis. La autocrítica está alterada, en común, que el enfermo sicótico sea capaz de darse cuenta de que su mente se encuentra trastornada. Es frecuente también, que existan alteraciones de comportamiento y falta de orientación y que las funciones intelectuales se encuentren perturbadas.
 



* Nombre completo: 
Gustav Klaus Wolfgang Schäfer

* Enfermedad: 
Drogadicción y alcoholismo

* Descripción de la enfermedad:
 -Alcoholismo: Los alcohólicos padecen una fuerte necesidad de ingerir alcohol etílico, de manera que se forma una dependencia física a éste, manifestada en síndrome de abstinencia.

-Drogadicción: También conocida como drogodependencia. Es la dependencia física a alguna química por suministración mediante cualquier vía. Esta enfermedad puede inducir a la soledad y la agresividad.




* Nombre completo: 
Charlotte Savannah Wingfield

* Enfermedad: 
Suicida 
 

* Descripción de la enfermedad:
 Personas que por alguna razón piensan o han intentado acabar con sus vidas de alguna forma. Por lo general, estas personas están sumidas en una depresión grave, crónica y permanente, aunque no todos los suicidas son o han sido depresivos.






* Nombre completo:  
 Tallulah Morgan Lancaster


* Enfermedad: 
Tricotilomania 

* Descripción de la enfermedad: 
Es un hábito o comportamiento recurrente e irresistible dirigido a arrancarse el cabello principalmente de la cabeza, pero puede actuar a arrancarse cejas y vellos púbicos. En general, está acompañado por depresión debido a todas las implicaciones sociales que esto provoca. Algunos llegan a ingerir su propio pelo produciendo obstrucciones severas en el sistema digestivo. No creo que sea necesario mencionar que a largo plazo produce calvicie.


El pelo se debilita a tal extremo que parece haber sido comido por polillas.

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Esta entrada es para que conozcan mucho mejor a los personajes, así como para que ustedes tengan una más clara extensión de sus patologías y comportamientos. Algunos personajes se iran agregando mas adelante conforme la trama avanza.

Saludos *-*